La jurisdicción Punta Arenas fue una de las primeras del país en cerrar los tribunales a a propósito de la pandemia. El 22 de marzo se ordenó el cierre de la Corte de Apelaciones por contagio de uno de sus funcionarios. La región cayó rápidamente en cuarentena, la que tuvo una primera etapa entre marzo y mayo y luego se volvió a decretar entre agosto y diciembre. Durante todo ese período, la jurisdicción implementó el teletrabajo como modalidad y avanzó en la digitalización de sus procedimientos y procesos. La Corte de Punta Arenas fue una de las primeras en realizar audiencias por videoconferencia mediante la plataforma zoom, con sala habilitada a partir del 23 de marzo y sin interrumpir la continuidad de las sesiones. Además, fue pionera en realizar visitas a notarías a través de la misma modalidad, la que también se implementó para visitas a cárceles, sesiones de libertad condicional y todas las que implicaban desplazamiento físico de los ministros. En cada caso, se contó con el apoyo técnico de la Administración y Unidad de Gestión de la Corte de Apelaciones, quienes tomaban contacto previo con las otras instituciones para preparar todos los antecedentes requeridos por el ministro que serían expuestos en las respectivas vistas.

Este avance en la digitalización implicó reuniones de coordinación desde la Corte con los tribunales de la jurisdicción a objeto verificar la continuidad del servicio judicial y superar la problemática surgida por la imposición del teletrabajo. La administración realizó capacitaciones en la herramienta zoom a funcionarios y jueces de los tribunales civiles y de competencia mixta, a la Oficina de Derechos Humanos, a la Policía de Investigaciones de Chile y receptores judiciales.

Por último, se generó una aplicación que permite reforzar la atención de abogados y usuarios que concurren online a la Corte de Apelaciones e incluye, por ejemplo, estado diario, tabla ordinaria, agregadas, anuncios de sala y el ingreso a la sala para los respectivos alegatos.